23 enero 2008

Lawn Chair Larry
   publicado por TioP

Se trata de la persona, americana, como no podía ser de otro modo, se sabe que ellos lo tienen todo, bueno, malo o lo que sea... que recibió un reconocimiento memorable en los premios Darwin pese a la no muerte de éste. La verdad es que cuando os cuente la historia veréis que se lo merecía, y pese a no morir en su "pericia" le hacen un hueco en la sección de "Honorable mention". La historia es la siguiente:

Corren los años 1982 cuando un camionero de Los Angeles se dispone a poder hacer realidad su ansiado sueño. Volar. Lo rechazaron de las Fuerzas Aéreas por cegata y tuvo que recurrir a lo que recurrió. Primero se sentó en su casa a ver pasar los aviones, y dijo, yo también puedo volar.

Para ello cogió una silla de jardín tuneada, a la que ató un huevo de globos no corrientes, sino de estos meteorológicos que se usan para ciertas mediciones... que nunca he visto por cierto, y los hinchó con helio. Todos sabemos que el helio sube, y si se hace a través de 45 mega-globos atados a la silla, pues todo hace pensar que eso suba aun más para arriba.

El pensaba que subiría 10 metros, y que con sus cervecitas, bocatas, y una pistola, tenía todo resuelto. Quería pasearse por el prado y cuando quisiera bajar, bastaría con ir disparando a los putos globos. Pero no señores, no subió 10, ni 30, ni 350 metros, sino que parece como si lo hubieran dado un empujón con fuerza hacia arriba y no paró de ascender hasta que tocó los 5000 metros. Cuando estaba tan alto, los huevos se le encogieron de tal manera que no tenía valor como para ir reventando globos con la pistola... Pasó 14 horas suspendido, pasando por zonas de "tránsito" aéreo, esas que llaman corredores... dejando atónitos a los pilotos cuando veían un "OVNI" en sus radares, o por sus ventanas...

Cuando ya no podía más decidió aventurarse a disparar e ir descendiendo. Pues aquí no acababa su desgracia, ya que fue a parar a unos cables de alta tensión que dejaron sin luz durante 20' a todo un vecindario. Fue arrestado y condenado a pagar las multas correspondientes.

Dejó de ser camionero, donó la súper silla a la curiosidad de los niños para que vieran lo que hizo... e imagino que les diría que eso no lo intentaran... por Dios! No se casó y no tuvo hijos, acabando por suicidarse a los once años después.

Pobre hombre.

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