27 febrero 2007

Reflexiones de ultratumba
   publicado por TioP


Azul, Babel, Camino, Dinamarca, Estepa, Frío, Grande, Hundido, Idiota, Joder, Koala, Legal, Madre, Nadie, Ñu, Oso, Putrefacto, Quien, Raro, Setas, Túnel, Uvas, Visión, Washington, Xenon, Ya, Zorra.

Sin más, son las primeras palabras que se me han venido a la mente usando cada una de las letras del abecedario. Experimento estúpido, pero que me ha llevado a tres reflexiones. ¿Cuántas palabras repetiríamos entre nosotros si ahora cada uno escribiera rápidamente, igual que hice yo, palabras que cubrieran desde la A a la Z? El problema es que ahora estáis influenciados por las que escribí yo, pero si eso dejadlo para otro momento y veréis como en muchas ocasiones, no os queda otra que repetir. Eso sí, es la primera que os venga a la mente, no vale cancelar una porque ya sabéis que la escribí yo. Es fácil que la Ñ, la W, la Q (seguro que muchos eligen queso), o la X (con la opción más que clara de xilófono)… Quizá ya no conmigo, pero entre un muestreo de muchos de nosotros, acabaríamos repitiendo.

Esto me lleva a una segunda reflexión, ¿cuánta influencia tienen nuestras decisiones con la de los demás? También estoy convencido que si no rechazáis ninguna de las palabras que yo he dicho, habrá varias que os vengan a la mente sin quererlo, o mejor dicho, queriendo. Es lo típico de cuando te dicen, “no pienses en un elefante rojo” o “en un coche verde”. Casi seguro que estáis viendo una de las dos opciones, y aun es más, intercalando una con otra, y más aun, estaréis viendo ahora mismo un elefante rojo en un coche verde. Pues lo mismo sucede con las palabras que yo escribía antes. Seguro que no habréis prestado especial atención a cada una de ellas, pero si os ofrecieran 100€ por cada una, seguro que con un poco de esfuerzo alguna recordabais. Y lo dicho, si ahora escribieras las palabras que os vinieran a la mente con las letras del abecedario, alguna de las mías os verían influenciados.

Y quiero concluir con una tercera reflexión. Los métodos nemotécnicos para recordar las cosas. Si ahora os pido memorizar mis palabras, casi seguro que muchas se escapan o muchas son las técnicas para intentar recordarlas. Lo primero de todo, como sabéis el orden y comienzo de cada una, al menos se parte de algo, de dicha organización. Pero os comentaré una de los métodos que en su día comencé a estudiar para el uso de la memoria y el recuerdo más a largo plazo. Se trataba de montar una historia con las palabras, de forma que hiciera más fácil la memorización, pues un churro de palabras inconexas no facilita nada a la retención, y requieren de la malísima técnica de repetición.

Por ello, pondré mi particular historia que haría recordar más fácilmente las palabras:
“Con el cielo AZUL vi como asomaba la torre de BABEL en el CAMINO que emprendíamos a DINAMARCA. Tras esta visita, vendría adentrarnos en la ESTEPA asiática con el FRIO que caracteriza a tan GRANDE paisaje. HUNDIDO y con cara de IDIOTA me quedé cuando una china intentaba JODER a un KOALA de un zoo, pues en ese país era del todo LEGAL lo que estaba haciendo. Ni la MADRE ni NADIE podían hacer nada, solo un ÑU y un OSO contemplaban tan PUTREFACTO acto. QUIEN era el RARO? No se sabe, quizá yo. Decidí entonces emprender la vuelta a casa, por un bosque, lleno de SETAS y con un TÚNEL en el camino que llevaba a un campo de UVAS verdes y maduras. Tuve una VISIÓN, WASHINGTON estaba cerca, iluminado por los XENON de los coches de la autopista. Ahora YA estaba más cerca de casa, pero aun con todo no me podía quitar de la mente a la ZORRA de la china jodiendo al pobre koala.”

Leyendo varias veces esta historieta inventada recordarías la gran mayoría de las palabras, y sin volver a leerla, seguro que otras muchas también. Es un método, desde mi punto de vista (y de profesionales), bastante certero y que queda más tiempo en la memoria, más que una simple lista repetitiva.

Juzgad vosotros mismos.

Etiquetas: , ,