21 diciembre 2006

Yo soy de Ballantines
   publicado por Fry

¿y tú de cuál eres? ¿Ballantines cola? ¿JB cola? Efectivamente, soy como cualquier otro mortal que pide en un bar una marca de whisky cuando realmente no tiene fundamento alguno. No existe ninguna diferencia perceptible entre marcas del mismo rango, especialmente cuando son combinadas con refrescos. No obstante no es difícil encontrarse en una acalorada discusión sobre las bondades de tal marca. Reconozco que soy carne de publicistas y lo único que me decanta por uno es la imagen que han inventado para los bebedores de Ballantines. Nos han hecho creer que la gente que bebe una marca es de una condición social determinada, y nos lo creemos ciegamente.

Podemos hacer una cata a ciegas cuando queráis, para comprobar que los que logren acertar cuál es su marca no superará la estadística, es decir, si hay 10 personas catando y 10 whiskys, únicamente uno lo acertará. Es curioso que cuanto más absurdo es el argumento a defender y con menos peso objetivo, se defiende con más interés.

Con el tabaco sucede algo parecido. Aunque es cierto que hasta el más cateto sabrá diferenciar (a ciegas) Boncalo de Winston, no es menos cierto que los cigarros sólo se distinguen por la publicidad. No faltará el oportunista que, una vez descubierto el engaño del tabaco, diga “es verdad, me estaba sabiendo raro”. Cualquier fumador percibe diferentes sensaciones con un mismo paquete de tabaco. A veces es más picante, más fuerte, con más sabor o más seco, todo depende del momento del día. Es contundente, ni los whiskys ni los tabacos superarían una cata a ciegas.

¿A cuántas cosas se puede extrapolar esto? No voy a descubrir a nadie el mundo, pero a veces hay que pensar y ser consciente de que las elecciones, en la mayoría de las ocasiones, las determinan las campañas publicitarias. Y oigan, lo hacen de puta madre.

Forza Ballantines¡¡

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