08 diciembre 2006

Suerte
   publicado por TioP

¿Existe?

- Sí, pero nunca la tienes tú, sino otro.
- No, no existe.

Me podría posicionar en cualquiera de los dos planteamientos, pero sólo me decantaría por el primero si os fuera hablar en clave de humor, mientras que si lo quisiera hacer en serio, me quedaría con el segundo. ¿Por qué? Os lo contaré.

La RAE nos define suerte como “Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual”. Visto así, no nos queda otra que quedarnos con una variante de la primera, pero que es totalmente falso porque ¿quién ha tenido suerte de la de verdad, de la seria? No me refiero a que te toque salir en una partida de parchís porque te salga el cinco, sino a suerte de la que seguro que piensas, al igual que yo, que la tiene otro. ¿Te han tocado siempre los exámenes que te esperabas? ¿te tocó el examinador de conducir que decían era el más fácil? ¿aprobaste todo perfecto? ¿encontraste el curro de tus sueños con el sueldo ideal? ¿has tenido todas las fantasías sexuales que deseaste? ¿te ha tocado el bote de la eromillonaria? ¿y el gordo de Navidad? ¿la vivienda de tus sueños? ¿y qué decir del coche?. Si a algo de lo anterior respondes que sí, pues la suerte está contigo, y gracias a “ti”, muchos de los otros lectores sabrán que la suerte existe, pero que no la tienen ellos, sino otro, en este caso, “tu”.

Pero ojo, si nos agarramos también a lo que dice la RAE, y ya desde mi punto de vista serio, no creeré en la suerte propiamente dicha, porque al igual que mi compañero fry, hay una palabra en la definición que no encaja, ¿sabéis cuál es?, “casual”. La casualidad, definida como “combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar”, es casi cierta, pero quizá matizable en el entorno en el que se utilice. Fry ya nos habló sobre la teoría del caos, y es que “nada ocurre por casualidad”, lo que sucede es que intervienen tantas variables en todo el universo, que no es posible predecir lo que sucederá, y de ahí que se recurra a la “casualidad”, pero nada más lejos de la realidad, que estoy convencido de que todo sucede por algo, pero que como no podemos medir ni controlar, no sabemos qué sucederá. Por eso, todas las preguntas anteriores pueden asociarse con ¡qué suerte tienes!, pero nada más lejos de la realidad de que sus variables se han alineado, no por casualidad, sino porque así lo marcaban los parámetros (inmedibles hoy en día para el ser humano).

Por tanto, no comparto que te deseen buena suerte pensando en que la vas a necesitar para poder hacer algo y desestiman tus posibilidades. Prefiero un ¡que te vaya bien!.

Pero para el gordo de Navidad, ¡¡¡suerte!!!, porque así sé que no la tendréis y mis posibilidades serán ¿mayores?.