Echando las cartas publicado por Fry

Mientras decidía el tema con el que agrandar la blogosfera comienzo a ver gran hermano y veo que está de nuevo una de ellas echando las cartas a los demás. Lo grave no es que haya alguien que se dedique a estudiar esta práctica, sino que haya tanta gente dispuesta a escuchar la cantidad de chorradas que pueden llegar a salir por esa boca. El resto del grupo parece aprobarlo.

Las artes adivinatorias han encontrado significado en los más variopintos ámbitos, desde la lectura de hortalizas a lo Paco Porras hasta el uso de los pies. Cada una más absurda que la anterior, pero ya que estamos se pueden comparar entre ellas. Si hay algún seguidor de la astrología (no confundir con astronomía) se puede escudar en que el influjo de los astros y planetas de alguna manera irradian energía y ésta rige el destino de la gente. De acuerdo, es absurdo, pero algo pueden decir. Se desmontaría fácilmente simplemente recurriendo a la física, en la que se puede demostrar que hasta la televisión ejerce más influencia gravitatoria sobre nosotros que cualquier estrella lejana. También se podriá argumentar que los primeros astrólogos se confundieron contando el número de constelaciones y, debido a ello, se produce en la lectura del horóscopo. Error que por supuesto ha llegado hasta nuestros días y que ninguno de ellos está dispuesto a cambiar. Podríamos seguir diciendo muchas cosas que desmantelaran esta patochada, pero admito que algo pueden decir....

Incluso quienes practican la quiromancia (lectura de manos) podrián llegar a tratar de justificar que el crecimiento determina las líneas de la mano y tal y tal. Pero los de las cartas que dicen? Los amantes de la cartomancia ni siquiera pueden inventar una excusa que cubra su ignorancia. La postura de un astrólogo es: "Soy ignorante, pero lo intento encubrir". En cambio, la postura de alguien que lee las cartas es reconocer su ignorancia sin ningún tipo de rubor.

Por supuesto eso no quiere decir que sean tontos, al menos para el dinero. A lo largo de mi vida he podido comprobar que por muy tonta que sea una persona (con patologías incluídas) el último atisbo de inteligencia se reserva para la gestión de la pasta. Es como si el cerebro tuviera como prioridad 1 (idle) el no ser timado. Una vez que se ha alcanzado el mínimo número de neuronas necesario para cubrir la primera prioridad se establece una segunda: intentar timar. En este punto se encuentra esta gente. Han descubierto que el dinero puede ser robado a los demás y, visto lo visto en gran hermano y en la cantidad de horóscopos que pueblan la revistería, no es excesivamente difícil utilizar estas prácticas como método para conseguirlo.

Vamos hombres, que estamos en el siglo XXI¡¡ ¿Cuándo será el tarot un terrorífico instrumento del pasado?