10 junio 2006

De moda, mujeres y australopitecus
   publicado por freddd

Siempre se ha dicho que para gustos colores, que viene a significar que lo que a uno le encanta puede ser detestado por otro y que cualquier tipo de tendencia, prenda de vestir, comida, música, hombre o mujer puede gustar a alguna persona. Es una manera de justificar algunos engendros a modo de modelitos que lleva la gente por la calle o de creerse a la última por ser uno de los pocos adoradores de tal o cual grupo musical.

En este asunto hay un punto que me llama particularmente la atención y sobre el que más de uno estoy seguro que estará de acuerdo conmigo. Voy a tratar de ilustrarlo de la mejor manera con un ejemplo práctico, el asunto es la moda y las mujeres.

He tenido la suerte o desgracia de asistir en numerosas ocasiones con diversas féminas a las tiendas de moda para encontrar un conjunto, camisa o zapato para la boda de turno. En todas esas ocasiones he tratado de encontrar un patrón lógico en lo que se refiere al buen gusto en cuanto a prendas de vestir, combinaciones de colores, telas favoritas o estilos concretos. Y no he aprendido absolutamente nada. Pero nada de nada. Por ejemplo, estoy en una tienda y veo muchas cosas que pasan desapercibidas para mis ojos, es decir, no son ni feas ni bonitas para mi, cualquiera se las podría poner sin que me alarmara su vestimenta. Pues bien, me fijo en la cosa más hortera de la tienda, una con chorreras en las mangas, de un color indefinido, sin escote ni nada sugerente para un hombre. Zas, resulta que esa es la prenda elegida por las acompañantes, “es una prenda exquisita”. Vale, como ya se como funciona el tema busco otra prenda similar, para mí casi idéntica que encuentro 3 estanterías mas allá. “mirad chicas, os gusta esta?” digo yo como haciéndome portador del preciado bien mejor escondido de la tienda y esperando ser el nuevo héroe para mis acompañantes, pero… “por dios, es una horterada” “es horrible, tienes el gusto en el culo”, “deja deja, no nos asesores más”. Mi incredulidad va en aumento pero decido quitarme de su camino y dejar de estorbar, ya veo que la moda no es lo mío.

Ya en la siguiente salida nocturna en la que ellas estrenan sus adquisiciones veo que el gusto masculino y el femenino difiere considerablemente, todos los refajos que se han comprado no sirven para llamar la atención masculina, cosa que quieran o no es lo que tratan de buscar cuándo compran ropa, perfumes o zapatos. Lo que llama la atención son las tetas de la señorita x que marcan los pezones con su barata y descuidada camisetita azul comprada probablemente en el zara tara a precio de saldo.

Esta claro que los hombres y las mujeres somos diferentes. No hay quien entienda a quien.