28 febrero 2006

Ciao futbol
   publicado por freddd

Ayer presentó su dimisión Florentino Pérez, el hasta entonces presidente del Real Madrid. Se fue dejando tras de sí una impecable situación económica y una discreta posición deportiva. Es cierto que durante su mandato ha habido algunos aciertos y logros importantes a nivel deportivo pero esto no puede enmascarar la realidad de lo que ha ocurrido o mejor dicho, en lo que se ha convertido el Real Madrid. Y es que como buen empresario, que esta claro que lo es, ha convertido al Real Madrid en eso, una entidad con capacidad de hacer dinero, una empresa, un circo, una feria. Muchos estarán a favor de esto, yo mismo alabo su gestión al frente de la nave blanca en el plano económico pero quizá esto se necesita en los equipos, en todas las directivas pero no como cabeza visible del club sino como complemento de la gestión global.

Y eso que no deja de ser la punta del iceberg, el máximo estandarte del rumbo que ha seguido el fútbol en general, el llamado fútbol moderno, o este termino me lo invento yo mismo pero creo que simboliza el cambio, la nbaización del fútbol europeo. Ahora el fútbol es cosa de ricos, de padres con niños, todo se ha estandarizado, es como ir a ver una obra de teatro en la que todo esta atado hasta el último detalle, los jugadores son guapos, los presidentes se llevan bien y hacen negocios entre ellos, se relamen unos a otros, vas los domingos al fútbol con pipas o con palomitas para estar cómodamente sentado en tu butaca y que te traigan unos refrescos, tal vez ver una actuación musical antes. O si te quedas en casa lo compras y ya esta, lo ves tranquilamente en el sofá. Bueno si, es posible que sea el progreso, quizá nuevas consecuencias de la evolución de la especie pero yo sigo con mi teoría del todo tiempo pasado fue mejor. Recuerdo la primera vez que pisé el viejo chamartín, aquel estadio que era más pequeño que el de hoy pero en el que cabía más gente, cuando nos apelotonábamos de pie para ver a los Butragueño y compañía, como ya habían hecho nuestros padres años atrás con Di estefano y Gento. Cuando el ambiente en el Madrid Barsa se cortaba con un cuchillo, el estadio olía a nitrato y las luces de las bengalas daban ese halo de misticismo en el campo. Cuando podíamos ver como el entrañable Mendoza botaba el “es polaco el que no bote” frente a las cámaras, la misma época en la que no se hablaban los presidentes de los grandes clubs, esa especie de guerra fría deportiva y política que suponía el encuentro entre catalanes y madrileños. Cuando no existía el ppv y la única forma de ver el partido era estar en el campo, eras un elegido, te enfundabas tu camiseta y tu bufanda e ibas a defender a tu equipo. Recuerod aquellos tiempos en los que adquirir una camiseta de tu equipo era complicadisimo y la tenías que encargar a un amigo que viajaba a alguna ciudad en la que quedaban existencias...

Y hoy todo es distinto. Cuando para comprar a un jugador se hace un estudio del número de camisetas que venderá y de la rentabilidad publicitaría que va a dar al club y eso resulta más importante que la talla deportiva que acredite creo que es el momento de decir que algo se ha ido de las manos.

Pero en fin, no soy nadie para decir lo que debe o no gustar, cada uno elige lo que le gusta y a mi el fútbol me gustaba y ya no así que conmigo no cuenten. Eso sí, seguiré por aquí y por supuesto, blanco hasta la muerte.